El pasado 15 de Julio, participé en una exposición de experimentación artística, en el Museo La Tertulia en la ciudad de Cali. La actividad consistía en elegir un artista y cuadro del romanticismo y realizar una reinterpretación, traída a una expresión contemporánea.
Yo elegí el cuadro San Francisco de Borja y el moribundo impenitente, es un cuadro de Francisco de Goya pintado en 1788 en óleo, donde se muestra a Francisco de Borja intentando convencer con un crucifijo a un moribundo de que confiese, mientras unos demonios, esperan poseer su alma.
[Fotografía de Wikipedia].
Secretos bajo la sotana
El cuadro que realicé, reemplaza a Francisco de Borja, por un niño y en lugar del moribundo se encuentra un sacerdote. La intensión de la acción es la misma, el niño intenta convencer con un crucifijo al cura que confiese mientras 3 demonios esperan llevarse su alma.
Sin embargo el mensaje es diferente, aunque la interpretación es subjetiva, mi propósito es realizar una crítica a aquellas personas que se esconden bajo una sotana, para buscar su propio beneficio, jugar con la fe de los demás y lo que es peor, cometer delitos.
Personas que se escudan en una creencia o religión, se hacen llamar santos o «iluminados», cuando la realidad es completamente distinta.
Los casos de abuso sexual infantil cometidos por miembros del clero de la iglesia aumentan cada día, aunque han sido documentados y denunciados, en muchas ocaciones las investigaciones se obstaculizan, se omiten denuncias y terminan por encubrir a estos sacerdotes pederastas, con tal de evitar controversia y perder credibilidad.
Y es más triste, que este tema no es ajeno, nos afecta a todos, es visible y preocupante. Pero es más fácil no hablarlo, no ponerlo en evidencia, no armar polémica, nos conformamos con colocarnos la venda y estar de acuerdo con el absurdo del sistema.
Técnica: Acrílico sobre lienzo.
[Fotografía de KosmoSomos]. (Cali, Valle del Cauca. 2017).



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