Maternidad libre

Mi nombre es Karolina, tengo 23 años, soy publicista y diseñadora, aficionada a la escritura, no tengo hijos y decidí esterilizarme.

Empecé a planificar a los 18 años, durante los primeros 3 años lo hice con píldoras, pero cansada de estar tomando una pastilla al día (y que susto cuando a una se le olvida), decidí no someter mi cuerpo a más hormonas y me decidí por un método intrauterino así que me puse el DIU. Los primeros 3 meses estuvo bien, hasta que se salió o mi cuerpo lo expulsó. Al siguiente día fui a colocármelo nuevamente y a partir de ahí empezaron los constantes dolores y sangrado.

Me hice una ecografía y tenía quistes en los ovarios. Después de 2 años, ya no tenia quistes pero continuaban los constantes cólicos, así que decidí retirarme el dispositivo para descartar que fuera el causante del dolor.

Para retirar el DIU, generalmente la/él enfermera/o debe tirar del cordón o nylon del dispositivo, los brazos del DIU se despliegan y se extrae. Existe una pequeña posibilidad de que el DIU no salga con facilidad y se deban usar instrumentos especiales para extraerlo. Y muy rara vez se necesita cirugía.

Cuando fui a retirármelo, la enfermera no pudo tirar del nylon del dispositivo, así que me remitió a la ginecóloga para que ella lo extrajera con instrumentos especiales, pero ella tampoco pudo y debía extraerlo por cirugía, pues aparentemente el DIU estaba incrustado en mi útero.

Yo actualmente hago parte del 5.5 % de mujeres en Colombia que está inconforme todavía con los métodos de planificación, porque después de sufrir las afecciones y ser consumidora de estos anticonceptivos durante los últimos 6 años, decidí de una vez realizarme la ligadura de trompas como mi método de planificación definitiva.

Tener hijos ahora es cuestión de decisión-01

La ginecóloga, muy respetuosa ante mi decisión, solo me dijo que, si yo estaba segura, ella me ordenaba en un solo procedimiento la ligadura de trompas y el legrado uterino por Profamilia.

Solicité la cirugía, pagué la cuota moderadora que en mi caso eran $2.900 COP y pasé con el psicólogo. Él solo me preguntó que ¿cuántos hijos tenía? y se sorprendió cuando le dije que ninguno, que no quería y que si en algún momento decido tener hijos me gustaría adoptar. Me respondió que era muy válida mi decisión, pues veía la maternidad desde otra perspectiva. Así que me hizo firmar los últimos documentos y me programaron la cita a los 3 días a las 6:00 a.m.

Cuando llegué, me di cuenta que todas las mujeres son citadas a la misma hora y se atienden por orden de llegada. ¿Han escuchado el dicho que “el perezoso trabaja doble”? pues en mi caso, sufrí el doble. Aunque llegué a las 5:45 a.m., me quedé dormida dentro del carro de mi mamá que era mi acompañante y cuando nos dimos cuenta, ya todas estaban entrando, me tocaron los últimos turnos y me llamaron a cirugía a las 10 a.m.

Me sentaron en unas sillas con otras 10 mujeres, en su mayoría jóvenes entre los 20 y 30 años con 2 y 3 hijos, yo era de las más jóvenes, la única soltera y sin hijos. Me tomaron unos últimos datos, nos ubicaron en una sala fría y nos cambiamos la ropa por una bata azul, zapatos y gorro desechable. Nos canalizaron y empezaron a llamarnos una a una.

Eran las 11:30 a.m. estaba casi desnuda, con frío y hambre. Con algo de susto, pero las chicas me reconfortaban y me hacían sentir acompañada y aunque no recuerdo sus nombres, si recuerdo sus rostros e historias.

Había una mujer muy delgada, se veía más joven de sus 32 años, tenía dos hijos con su pareja estable y juntos tomaron la decisión de esterilizarse. Otra mujer tenía 20 años y dos hijas con diferentes padres, ella fue la que más me sorprendió porque la mayor parte del tiempo se lamentaba por haber tenido sus hijas, aunque afirmaba quererlas mucho, sentía que tomó malas decisiones al quedar en embarazo tan joven.  Por mi parte no pude evitar preguntarle qué ¿cómo quedó embarazada, que si estaba planificando? Ella me dijo que no, que los primeros meses se aplicaba la inyección, pero luego no. Yo le pregunte que entonces ¿cómo no esperaba quedar embarazada? Y me dijo: “por boba, ojalá yo hubiera sabido como usted».

Cuando me llamaron al quirófano, me esperaban 5 personas, entre ellas el cirujano, las enfermeras y el anestesiólogo. Me hicieron subir a una camilla en posición de litotomía, me aplicaron Isodine en todo el estómago y la instrumentadora me preguntó:

  • Ella: ¿Cuántos años tienes?
  • Yo: 23.
  • Ella: ¿Cuántos hijos tienes?
  • Yo: Ninguno.
  • Ella: ¿Y por qué te quieres operar?
  • Yo: Porque no quiero tener hijos biológicos, prefiero adoptar.
  • Ella: ¿Pero por qué no tienes tú hijo propio y luego adoptas?
  • Yo: Porque no quiero, quiero adoptar.
  • Ella: Listo, si estás segura procedemos.
  • Yo: Si, segura.

Vi que el anestesiólogo me inyectó, mi vista quedó en blanco y desperté a los 12 minutos finalizada la cirugía. Tenía mucho dolor, me acosté en estado fetal y recordé a mi mamá, la extrañaba y me puse a llorar (esta parte en especial me pareció muy curiosa, porque de hecho no soy muy cercana a mi madre). También tenía nauseas y vomitaba, lo cual me hacía doler más la herida. Finalmente fui la última mujer en salir de recuperación.

La primera noche casi no pude dormir, al siguiente no podía ni moverme, el gas que utilizan para inflar el estómago y poder operar, a los pocos días se expande por todo el cuerpo causando mucho dolor muscular. Al cuarto día, ya me sentía mejor y podía moverme sin dolor. La recuperación total, fueron cinco días.

Han pasado 8 meses y hasta el momento he visto como mi periodo se regula, los cólicos han desaparecido, tengo una conexión más natural con mi cuerpo y sigo disfrutando de mi sexualidad, ahora sin temor de un embarazo que no deseo. Hoy siento que ha sido una de las mejores decisiones y en definitiva, no me arrepiento.

Nota: Me animé a escribir sobre mi experiencia porque cada que la cuento, escucho respuestas como: «¿Tan joven se puede?», «¿Y a usted sin hijos la dejaron?», «¿Te pusieron mucho problema?» y preguntas que hacen evidente el desconocimiento que hay sobre el tema. Por fortuna puedo contestar que si se puede porque tengo decisión sobre mi propio cuerpo, así sea joven, sin hijos y si, sin ningún problema.
Si quieren saber más sobre la esterilización femenina y como en realidad es el método anticonceptivo más usado en Colombia, por aquí.