Este libro narra la historia de Gerardo, un actor desempleado, sin pareja, padres o vocación; perdido y cuestionando su existencia en medio de una jungla de cemento en la capital colombiana.
Un día deambulando por las calles de Bogotá buscando sentido a su existencia, carrera, y relaciones personales, se encuentra con la historia de Jesús, un antropólogo y profesor de universidad que viaja a la selva colombiana en busca de una tribu a la que se refiere como «los hombres invisibles» los cuales nunca han tenido contacto con la civilización. Sin embargo, en medio de su aventura, Jesús pierde su cordura y termina internado en un hospital psiquiátrico por esquizofrenia.
Gerardo quien no tiene nada que perder, ni nadie a quién extrañar, se aventura a continuar con la investigación de Jesús sobre esta misteriosa tribu. Este viaje lo llevó a conocer diferentes personas, historias, luchas, amores y situaciones que quienes viven en la ciudad, en el privilegio, y el status quo, no podrían entender.
Esta narración ficticia de Mario Mendoza me atrapó porque está escrita en primera persona lo cual me ayudó a conocer la personalidad de Gerardo y logré identificarme con sus sentimientos: la nostalgia por la pérdida de su padre, la frustración de lidiar con una enfermedad como la demencia, y la incertidumbre de un presente sin propósito, ni corazón.
En algún momento de la vida, nos encontramos con las preguntas filosóficas más difíciles de responder en la existencia humana: ¿Quién soy yo? ¿Qué quiero? ¿Cuál es mi propósito en la vida? y ¿Cuál es la clave para la felicidad?
Este viaje que para muchos se puede considerar apresurado, una locura y hasta escapando de la realidad. Para Gerardo, es la muerte simbólica de un ser que ya no es, ni desea ser, y se va en busca de un sueño y propósito más allá de este mundo. Y aunque no todos necesitamos viajar al Chocó para reencontrarnos, me parece válido aquellas acciones que nos ayuden a reconocernos, cuestionarnos, conectarnos con nuestra esencia y así aprender a darle sentido a la existencia, descubriendo lo que tenemos para compartir con los demás.


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